Conocido el desenlace del torneo, queda claro que la relación entre Peñarol y el Apertura es más de odio que de amor. Desde que en 1994 se instauró esa modalidad de disputa para el Campeonato Uruguayo, los aurinegros han conseguido sólo dos Apertura, que hubiesen sido tres si no jugaba en el mismo 1994 con cuatro puntos menos (al igual que Nacional) en la tabla por incidentes.
Lo cierto es que en 1995 Peñarol ganó el Apertura en final ante Liverpool y en 1996 repitió título. En ambos años ganó el Uruguayo. De ahí en más, la primera parte importante de la temporada -porque hubo años en los que se disputó primero un Clasificatorio- le ha negado la posibilidad de rematar cada temporada con cierta tranquilidad, sabiéndose con lugar seguro al menos en una semifinal por el Uruguayo.
Este 2011 no fue la excepción, por más que a mitad de torneo pintó para romper la regla. Se mantuvo como líder en la mayor parte del torneo, pero perdió 11 de los 12 puntos disputados entre la 10ª y la 13ª fecha, finalizando en la tercera posición, a dos puntos del campeón. El aliciente es que Peñarol ha ganado seis "Clausura". Ganar también el próximo es, desde ayer, el nuevo objetivo.
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