La expedición del Barcelona partió esta madrugada desde el aeropuerto de Barajas, en Madrid, rumbo a Japón, donde la semana que viene disputará el Mundial de Clubes y con el objetivo de alzarse con su segundo título, tras el obtenido hace dos años en Abu Dabi.
Con una gran victoria bajo el brazo, tras derrotar al Real Madrid en su estadio (1-3), pone fin a la Liga en 2011, ya que el partido de la decimoséptima jornada lo disputó contra el Rayo hace unos días en el Camp Nou (4-0). La expedición barcelonista quedará hospedada en la ciudad de Yokohama y los entrenamientos los realizará en la ciudad deportiva del Yokohama Marinos.
Su rival en semifinales será el Al Sadd tras vencer por 1-2 al Esperance Sportive tunecino en un partido en el que los cataríes aprovecharon las pocas ocasiones que tuvieron para marcar.
El Esperance apostó de salida por su mayor mimo por la pelota y, conducido por el habilidoso volante Mskani, enlazó tres ocasiones claras, la más franca en los pies del camerunés Ndjeng, que lanzó un disparo desde dentro del área grande al poste izquierdo de Saqr. Sin embargo, el campeón asiático golpeó primero en el minuto 33 cuando una buena apertura dejó a Keita con unos metros por delante en el costado derecho; suficiente para que el marfileño encontrara hueco para romperla y doblar las manos de un poco inspirado Ben Cherifia, cuyo rechace regaló el gol a Khalfan.
Hasta el descanso, los qataríes, a los que les bastó una única llegada para marcar, se enrocaron atrás a la espera de aprovechar la velocidad de Khalfan, Keita y Niang, mientras que Mskani y Njeng marraban otro par de ocasiones para el Esperance.
Nada más arrancar la segunda parte, una saque de falta de Belhadj mal defendido por la zaga tunecina permitió volar cómodamente por encima de los centrales al surcoreano Lee, cuyo cabezazo dejó en bandeja el gol a su compañero Koni.
Los cataríes demostraban tener hasta ese momento más tablas que los africanos, aunque el tanto del capitán tunecino, Darragi, que apenas rozó el balón con la cabeza al saque de una falta desde la derecha, resucitó al Esperance al cuarto de hora de la reanudación.
Los tunecinos mantuvieron su propuesta hasta el final, apoyándose en la elaboración y en el buen manejo de pelota de Mskani, Darragi o Bouazzi, mientras que el conjunto del pequeño emirato optó por mantener pegadas sus líneas atrás e intentar aprovechar el desborde sus puntas, a los que intentó surtir de envíos largos. Ambos conjuntos sumaron un par de ocasiones con esta tónica, hasta que los magrebíes acabaron encerrando al Al Sadd en su área en los últimos 10 minutos.
En ese último suspiro al Esperance le anularon los goles de Njdeng y Ayari por fuera de juego, el segundo de ellos dudoso, mientras que Hichri y Traoui perdonaron el empate al mandar al limbo dos ocasiones claras en el área grande.
El técnico uruguayo del Al Sadd, Jorge Fosatti, celebró aliviado con sus jugadores el pitido final y el pase a semifinales, donde se las verá con el Barça el próximo día 15 en el Estadio Internacional de Yokohama.
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