El dedo de Dios

La Federación Inglesa de Fútbol notificará hoy a Luis Suárez si debe enfrentar una segunda investigación a causa del gesto que hizo a los hinchas del Fulham. Es probable que el delantero celeste sea suspendido por dos partidos, mientras la prensa británica debate su actitud dentro y fuera de la cancha, con voces a favor y en contra.

A Luis Suárez las cosas no le están resultando fáciles en Inglaterra. No a nivel deportivo, sino cultural. Si bien el delantero celeste está teniendo grandes actuaciones dentro de la cancha (pese a que no se ven acompañadas por el gol), fuera del campo no ha podido adaptarse a un país con reglas muy estrictas en cuanto a comportamiento deportivo.

Después del caso de supuesto racismo contra Patrice Evra, Suárez se vio envuelto en un segundo escándalo luego de hacer un gesto ofensivo a los hinchas del Fulham. Si bien en nuestro país ambas cosas hubieran pasado inadvertidas, Inglaterra tiene reglas muy estrictas de comportamiento en virtud de una larga y complicada historia de violencia social en torno al fútbol.

La Federación Inglesa notificará hoy a Suárez si debe enfrentarse a un segundo cargo disciplinario a raíz de este segundo hecho.

Suárez fue maltratado verbalmente durante todo el partido por el Fulham, después de haber pedido dos penales. Si la FA decide iniciar una investigación, le pedirán a Suárez que dé su versión de los hechos. Si lo encuentran culpable (las fotos son concluyentes, pero puede haber atenuantes) puede ser suspendido por dos partidos o enfrentar una multa cuantiosa.

Además, Suárez aguarda por la decisión en torno al caso de racismo contra Evra, que podría implicarle una suspensión mucho más grave.

La prensa inglesa ha debatido mucho en torno a las acusaciones contra Suárez. Mientras algunos cronistas admiten que el delantero es uno de los más golpeados del campeonato y que los jueces no lo protegen lo suficiente (sobre todo luego que el técnico del Manchester United, Alex Ferguson, lo acusara de fingir) otros recriminan al jugador por sus constantes reclamos y su tendencia a arrojarse al suelo continuamente.