Olimpia ganó el partido de primera hora

Estas son épocas de pretemporadas. De músculos cortos, doloridos y de respuesta tardía. Esta es época de sobrecargas físicas, escaso contacto con el balón y entrenamientos de fuerza. En eso también están los paraguayos de Olimpia y Libertad que anoche empezaron la disputa de la Copa de las Comunicaciones como antesala del clásico.


En medio de un panorama más físico que técnico, los dos albinegros del Paraguay dejaron un partido que duró la mitad. Un primer tiempo con mejor disposición y juego y un segundo período desvirtuado por la sucesión de cambios. Pero, si bien los goles pudieron darse en el inicio, el único tanto llegó en la segunda parte y fue de Olimpia. Y si el equipo de Pelusso no hizo más goles fue porque en el arco libertense estuvo Rodrigo Muñoz. El ex meta tricolor impidió que Olimpia ganara el juego por más diferencia.


PRIMER TIEMPO SIN GOLES 


En la primera mitad no hubo goles. Con actuaciones predominantes de los dos goleros uruguayos Muñoz y Silva, el score no se movió. Fue Libertad quien impuso una mejor condición técnica ante un rival que se mostró falto de dinámica, sin aceite en su esquema y con jugadores más lentos que su oponente. El “gumarelo” tuvo a Civelli como arma estratégica para generar el mejor andamiaje colectivo. A veces individualista, cayó en la red que tejieron en el medio el “Hueso” Romero, Orteman y el colombiano Marín.


Los arqueros fueron claves. En el primer tiempo Muñoz salvó dos goles cantados y Silva impidió dos del otro lado. Además, el ex Defensor recibió un remate en el palo. En el complemento, Muñoz salvó cinco veces su valla (tres de ellas de manera consecutiva y en dos minutos) y se convirtió en la figura excluyente del duelo guaraní en suelo uruguayo. 


A los 70 minutos de juego, los dos equipos ya no coordinaban colectivamente y la suerte estaba echada a los ingresos de refresco que Pelusso y Burruchaga habían encomendado. Almirón recibió de frente luego de una breve combinación por derecha y venció a Muñoz para marcar el único gol del partido. 


En una noche de escaso fútbol corporativo y con goleros “invencibles” estaba cantado que con un gol bastaba para llevarse el boleto para jugar la final el sábado por el segundo torneo del verano oriental. Los dos paraguayos están en formación; tienen la Libertadores por delante de su frente y, para ellos, esa es la historia que viene y que más les vale.